jueves, 12 de noviembre de 2015

La Madrugada del cerro del muerto.


                 Recuerdo que era la madrugada del día 1 de Enero y yo me encontraba en Venaderos, esto con motivo de la fiesta de fin de año que una familia de un amigo organizaba año con año y que ha estas horas de la madrugada ya había terminado. 

                El clima como cualquier diciembre con mucho frío con viento, y todo el día anterior estuvo lloviendo con una finura que en vez de gotas parecía rocío, por lo cual esta noche el cielo seguía regando la bella ciudad de Aguascalientes. Recuerdo que salí de la casa donde habíamos cenado un rico lomo en salsa de manzana, abrigándome lo más que podía, caminé rumbo a mi carro para regresarme a mí casa, en ese momento sentí una extraña sensación que me hizo voltear hacia el cielo, el cual parecía que se abría en forma de circulo alejando a las nubes del lugar donde me encontraba. 

                Al siguiente instante se empezó a sentir como vibraba la tierra como si fuera un terremoto, yo me quede paralizado unos instantes y lo que siguió fue asombroso….

Delante de mis ojos vi como el cerro del muerto empezaba a levantarse, primero la cabeza se incorporaba para alzarse y con uno de sus brazos apoyado en la tierra levantaba su tronco para poder estar en pie. Yo asustado corrí adentro de la casa para informales a mis conocidos  lo que estaba observando, y mi sorpresa fue tal que todos se encontraban durmiendo en diferentes lugares, unos en sillas, otros en la mesa y hasta algunos estaban de pié recardados a la pared… pero todos dormidos.

Traté de levantar a algunos de los concurrentes, empujándolos, gritándoles  y aventándoles agua, pero todo fue inútil, parecían que estaban en un sueño tan profundo pero tan a gusto que no querían despertar. Al verlos tan en paz decidí salir a la calle y empecé a tocar puertas para avisar a los vecinos que estaba ocurriendo, pero nadie me respondía, me asomaba por las ventanas y veía a la gente durmiendo en diferentes posiciones.

Agarre el teléfono y empecé a marcar a mis familiares y amigos y su respuesta fue negativa, nadie contesto…, intenté hablar a la policía, a los bomberos a la cruz roja  y tampoco me respondieron, al parecer las líneas de comunicación no servían.

Cuando colgué el teléfono en mi última llamada el cerro del muerto ya estaba en pie, y vi claramente como giró la cabeza hacía un punto por el norte y empezó a caminar, yo apresuradamente intenté encender el carro, para seguirlo, ¿con que fin?... pues quizá  la curiosidad a donde se dirigía ese guerrero dormido emblema de la ciudad, pero el carro parecía que también estaba dormido, porque tampoco arrancaba, en mi desesperación le quite las llaves a uno de los invitados de la fiesta para arrancar su camioneta, pero ocurría lo mismo… supuse que el frío no dejaba arrancar las maquinas, pero tanta coincidencia ya me parecía muy, muy extraño.

Vi con asombro como el cerro empezaba muy lentamente a marcharse del lugar y de hecho se tambaleaba como si fuera un niño aprendiendo a caminar, algunas veces parecía que iba a caer pero siempre mantenía el equilibrio, me senté en la banqueta a mirar cómo se alejaba ya que no creía alcanzarlo con simple caminar. Cuando me fijé que en la esquina de la calle Rodríguez ahí por el arco, en contra esquina del jardín, encontré que una bicicleta estaba amarrada a un poste de la luz con una cuerda, por lo cual corrí  la desenredé y me subí y dí la carrera para seguir al cerro.

La ventaja es que el cerro caminaba tan pero tan lento, que a mí me daba tiempo de alcanzarlo en la bicicleta.

No recuerdo que hora era de la madrugada ya que mi reloj de detuvo a las 3:33 hrs, pero al voltear al cielo para más o menos intentar descubrir qué hora podría ser, no se encontraba totalmente obscuro parecía como si tuviera una luz azul de fondo muy obscura, pero que dejaba ver con perfección todas las cosas de alrededor.

Primero el cerro cruzo cerca de la Tomatina, casi casi por lomas del picacho, yo iba pedaleando por la carretera federal 70, esa que va para Calvillo, pero yo lo seguía con rumbo hacia la ciudad de Aguascalientes, al estar cerca pero con mucha precaución para que no me cayera toda la pedacera de piedra que aventaba al caminar, vi que su rumbo trazaba una ruta como queriendo ir al norte, por lo cual yo traté mejor de seguirlo sobre carreteras y no sobre tierra suelta, al fin y al cabo no creo que se me fuera a perder tan tremenda figura viviente.

Algo que se me hizo muy raro pero para esas horas ya no me extrañaba casi nada, es que por más que pedaleaba la bicicleta, no me cansaba, no respiraba agitado no flaqueaban mis piernas por lo cual seguía… quería saber hasta dónde llegaría el cerro.

Opté por tomar la carretera Estatal 52, esa que va cerca del Cariñan, al llegar a los arquitos me tope muy de cerca con sus pies, y pude observar como su cara tenia facciones de piedra definidas como las de una persona de la región, algo así como las de un chichimeca.

Continuamos nuestro recorrido, hasta llegara a Jesús María y vi claramente como observó un instante la ciudad y optó por rodearla, supongo que para no aplastar nada, crucé por la carretera 18 estatal pasamos Barranquillas, Valladolid y el cielo no cambiaba, parecía que el tiempo había dormido con esa noche de año nuevo también. Llegamos a la carretera 45 Federal y rodeo la ciudad de San Francisco de los Romos y seguimos nuestra ruta por la carretera 71 estatal, de ahí se fue rumbo hacia Villa Juarez y tuve que tomar la carretera 11 estatal, pero mi sorpresa fue que al llegar a cerro redondo se paró completamente el cerro del muerto y se sentó sobre cerro redondo como si fuera una silla. Recargo sus manos sobre sus piernas y giro todo su cuerpo rumbo a la ciudad y se le quedo viendo muy fijamente sin moverse un instante, después miró al cielo y en ese instante empezó a llover tan finamente pero con bastante abundancia.

Yo también gire la mirada hacia la ciudad y creo que sentí esa misma sensación que sentía él, ya que sus luces impactaban la mirada de quien la observara.


Después de un rato se levanto y regreso por donde había venido y yo me regresé con él, hasta llegar a  su lugar habitual por la salida a calvillo del cual volvió a su posición de guerrero dormido, yo regresé a la casa de la fiesta y todo mundo empezó a despertarse, en ese instante empezó a amanecer y al contarles lo sucedido algunos comentaron que el cerro siempre esta vivo y siempre observa lo que hace la ciudad como un vigilante eterno.   


jueves, 28 de agosto de 2014

El Ciclista de las Flores de Metal

                   Si me preguntan si las flores duran para siempre, podría contestarles que no sé, pero en cambio puedo contarles la historia de Don Chema, un humilde balconero de la Pirules, que con la incursión de productos chinos y de bajo costo a la ciudad tenía cada vez menos trabajo, hasta el punto que tuvo que cerrar su changarro, curiosamente el oficio lo había aprendido desde la secundaria hace ya mucho tiempo, en  aquella secundaría N°1 federal "Benito Juárez" y por más de treinta años se había dedicado a esa noble labor de embellecer las cocheras, ventanas y fachadas de casas; al encontrarse sin chamba y con el poco material que le quedaba empezó a fabricar artesanías…. ya saben desde el típico florero, cenicero y porta llaves, hasta las figuras con tornillos del Quijote de la mancha, el cual las hacía con una dedicación y entrega especial, contaba con todos los tamaños y formas posibles de flores. Diariamente en las mañanas, el agarraba su bicicleta de esas que dicen que son lecheras, pero eso sí, bien forradita con cinta de color verde, blanco y rojo y recorría las calles de la ciudad, específicamente del centro, ofreciendo sus artesanías, pero curiosamente las que más se vendían eran las flores de metal....Tulipanes !!!, Gardenias !!!, Rosas !!! Margaritas !!!, Tulipanes !!!, Gardenias !!!, Rosas !!! Margaritas !!!, era su grito por toda la ciudad.
                 
                Mucha gente al escucharlo volteaba a verlo para ver que ofrecía, lo curioso es que esperaban ver las flores al natural, pero encontraban las flores en forma de metal, pero con un parecido tal, que hasta el más botánico de los botánicos de la Universidad  Autónoma de Aguascalientes, podría confundirlos  a primera vista.
               
                 Una de esas ocasiones envuelto en el vaivén de su voz, me acerqué y le pregunte que flores vendía, dándome la lista de las que traía, pero ninguna me llamó la atención, a lo que le respondí, lo siento ando buscando una flor que se llama "pensamiento"; a esto el me respondió - Es una flor muy poco común que me soliciten, pero si me da diez minutos se la fabrico joven -. Para esto le respondí que lo vería en el mismo lugar en el tiempo acordado y empecé a caminar por la plaza principal y fisgonamente me senté cerca de él busto de Manuel M. Ponce, digo fisgonamente porque al sentarme, cerca se encontraba la banda municipal y empezó a tocar... estrellita.

                Al deleitarme la canción y otras dos más con una interpretación perfecta, regresé al lugar para ver la creación del artista; él se encontraba ya en el lugar esperándome y al verme me dijo con una sencillez - Joven le agradará su flor-, al verla me recordó el material con lo que eran fabricados los juguetes con los que yo me divertía horas de niño, pero con un toque natural que nunca había visto.

Por no dejar pasar y como costumbre del que consigue una flor en sus manos la olí, a sabiendas que la flor de metal no contendría olor alguno o quizá el de la pintura y el metal. Para mi sorpresa, contenía un olor peculiar que me remontaba al aroma de la sopa de fideo que mi madre me servía de niño, esa sazón que solo una madre tiene para cada hijo.

Impactado en el acto me quede sin habla escasos segundos, a lo que Don Chema me pregunto - Le gusto -, y yo con una sonrisa inocultable le respondí que si, le pagué lo acordado y  crucé el centro con mi recuerdo entre manos.


                Curiosamente al caminar por la calle Carranza encontré a varias personas con diferentes flores de metal que olían sin cesar y algunos comentarios que escuchaba, hacían referencia a lugares, épocas, sabores, algunos colores y recuerdos. A lo que concluí que el ciclista de las flores de metal, no solamente te vendía una artesanía sino un fragmento del alma de una sonrisa de un  recuerdo.

La Barbie de Infonavit

El frio de la mañana me empezaba a molestar, creo que era domingo porque empecé a escuchar mucho barullo de la gente que empezaba a arrimar sus cosas para ponerlas en el tianguis de la línea de fuego. En estas celdas de esta delegación de policía, lo menos que uno tiene es privacidad, ya que se escucha de todo, creo que era domingo…, porque entre semana normalmente en estos rumbos está muy callado todo, solo los domingos cobra vida el tianguis… En fin… tengo mucho frio y me duele mucho el cuerpo.

-Solovinooo !!!! sigues ahí?-

- Guauuu, Guauuu  -

- Aquí sigo, cualquier cosa me hechas un grito !!-

-Guauuu, Guauuu –

            Ese solovino… siempre ha estado conmigo en todas partes, recuerdo que el día que lo encontré, fue el día de Andrea nació…. cómo no recordarlo hace 7 años, cuando mi esposa estaba dando a luz ahí en el hospital de la mujer por tercer anillo de circunvalación, y las cosas se complicaron en el parto y el doctor llegó a mí a decirme su esposa o el bebe, yo conteste apresuradamente que mi esposa, pero ella ya había decidido salvar a la criatura.

            Recuerdo que cuando vi a Andrea con sus manitas tan pequeñas y tiernas, y sus ojos chinos, como princesa tapatía, me sentía terrible porque no iba  tener madre la niña, creo que nadie debería de pasar por algo así menos una criatura tan pequeña.

            Al salir del hospital con Andrea entre mis brazos, todos los familiares estaban arreglando el papeleo y yo no entendía de qué me hablaban, solo sé que miré hacia la avenida y en eso .… ví como iba cruzando una perrita con 4 cachorros, de repente, un camión Urbano ruta 50, que  atropella a la perra  y choca con el poste ocasionando un caos ya que el poste derrumbó el semáforo y tapo la circulación ocasionando otros choques estilo carambola.

            En fin, cuando el camión atropello a la perra vi como los perritos también eran aventados, me acerque a ver qué podía hacer y encontré un perrito llorando y aullando al lado de su madre, el perrito llamaba a su madre con tal melancolía y ella no le respondía, los demás hermanitos no corrieron la misma suerte que él, ya que se encontraban sin vida, levante al cachorro y le dije también te quedaste sin madre igual que Andrea, y ahí estoy con mis dos criaturas, un perro en la mano izquierda y una niña en la mano derecha.          

            De ahí pa delante las cosas no han ido nada bien, perdí mi empleo, me endeudé y perdí mi casa de la colonia San Marcos, ahora rento en Pilar Blanco un departamento muy pequeño cerca de mis padres, y para colmo antier que estaba en la cantina que el menso del Juan me hecha pleito por una cobranza de un dinero que le debía y hasta la poli llego y nos llevó a los dos a la delegación, y lo peor es que no sacan en sábado de aquí.., ni en domingo.., ahora a esperar para el lunes.

            Lo malo de todo esto es que hoy es 24 de Diciembre y mi nena está de seguro con mis papas y no tengo ni para un regalo para ella…. esta suerte obrera que tengo…

             Al poco tiempo se escucho la voz del Policía:
-TU !!! , Órale para fuera y derechito a tu casa que es 24 de Diciembre y no me quiero quedar haciendo guardia en esta noche por tu culpa.

Rápidamente corrí de los separos de la delegación y Solovino iba tras de mí, de pronto se me vino a la mente la imagen de mi hija preguntando que le iba traer el niño dios y me detuve de pronto, y empecé a caminar más despacio, di algunas vueltas por la cuadra del templo de la virgen de san Juan queriendo encontrar una solución.

Un poco desesperado intenté pedir dinero para comprarle algo sencillo, en eso una señora me da un billete de a veinte, al parecer mi facha favoreció tal acto diciéndome -Ten mijo pa que te heches un taco - ; caminando por la calle veía el billete y pensaba que aunque fuera unas ligas para el pelo o un collarcito de fantasía le compraría con esos 20 pesos a Andrea.

Pero sin pensarlo Solovino que me arranca el billete de las manos con su hocico y pego tremenda carrera que parecía que había visto al mismísimo chamuco, ¡órale perro loco!, ¡ven para acá que no tenemos tiempo para jugar! , corrí tras de él solovíno y este saltó a un contenedor de basura de esos amarillos de las esquinas, al llegar al contenedor empecé a regañar y gritarle al perro, en eso me dí cuenta que dentro se encontraban unas muñecas regadas en una caja dentro del contenedor de basura; muñecas de esas barbies algunas sin vestidos o sin algunas partes, agarré la caja para mirarlas más de cerca y recordé que en la secundaria fui el único de los hombres que entré al taller de corte y confección y eso fue por mis bajas calificaciones, y dije  para algo me debía de servir en la vida... este es el momento.

Fui a la casa de la comadre ahí por Fundición y le pedí que me prestara hilo y aguja para arreglar los vestidos de las muñecas, jabón y agua para bañarlas,  las lavé, las arregle y de todas las muñecas que no servían  quedó solo una  muy bien arreglada con 7 hermosos vestidos.

La envolví con papel celofán  color rojo y fui corriendo a la casa a ver a  mi princesa. Al llegar a la casa, Solovino anuncio nuestra llegada con ladridos por todo el edificio que lleno de alegría nuestra casa.

En la noche dejé el regalo bajo el árbol de navidad, y en la mañana siguiente Andrea viene conmigo diciéndome –Esta muñeca es igualita a mi madre !!!-, le respondí que como sabia eso si nunca la conoció, y ella respondió, - Cada noche Mamá me visita en mis sueños para darme un beso de buenas noches-, a lo cual respondí con un beso y un abrazo.

A la mañana siguiente Andrea se encontraba jugando con sus amigas en la calle, con los recién nuevos regalos de navidad, se le veía feliz y contenta, mientras tanto yo me preguntaba que iba a ser de mi futuro laboral, en eso entra Andrea y me dice, - Papa a Tania se le rompió el vestido de la muñeca mientras jugábamos, ¿puedes arreglarlo?-, a lo que en un segundo empecé a trabajar en arreglar el dicho vestido y claro está quedo como nuevo !!!.


Lo que más me sorprendió es que desde ese día más y más gente me viene a buscar para arreglar sus muñecas, tanto que he tenido que poner un local al cual le puse “Hospital de Barbies” en la calle victoria, casi con Valentín Gomez Farias en el centro de la ciudad.    




jueves, 2 de enero de 2014

El Perro de la calle Victoria

Cerca de la catedral, por la calle victoria específicamente en el numero 103, estaba en la ventana de una vieja casona antigua Willie, un perro con ojos de perro Doberman pero no era Doberman, con hocico de labrador, pero no era labrador y con cuerpo de viejo pastor Ingles, pero no era pastor Ingles, más bien era un pastor alemán.

            Willie disfrutaba las pequeñas grandes cosas que hacen los perros en casas viejas, comer comida normal que caía de la mesa de sus amos y no esas croquetas desabridas con mucha nutrición que dicen los veterinarios; Guacala !!, quisiera ver a los humanos probar esa comida peor que la de esclavos !!. También le gustaba caminar por el zaguán y ver las fotos viejas con marcos decorados con grecas y adornos de madera pintados de dorado, claro está que como él es un perro no distingue colores.

            Le encantaba acostarse en la orilla del sillón donde su ama escuchaba diariamente en una radio la estación de radiodifusión Estero Mendel “la voz e imagen del instituto Mendel”.

            Pero lo que más le gustaba hacer, era sentarse en la ventana que daba a la calle, un pedacito que sobresalía de la casa que especialmente alcanzaba las dimensiones del perro. Se sentaba tan quietecito que parecía un adorno de la casa y como no hacía ruido pues los transeúntes no les molestaba su presencia, aunque algunas veces uno que otro despistado sobresaltaba al pasar a un lado de Willie y este movía la cabeza o la cola.

            Peculiarmente salía a posarse a la misma hora, que en términos caninos son algo así como cuando los pájaros se reúnen de nueva cuenta en sus condominios de arboles del jardín central de la plaza principal y empiezan a chismearse de sus andares del día; para aquellos humanos que leen el cuento y para no excluirlos son a las 6:30 pm.

            Normalmente cuando escuchaba los primeros chismes de la tarde-noche donde se enteraba que las palomas del Guadalupe y los pájaros tordos del jardín de Zaragoza se volvieron a pelear por aquella gorrioncita pecho amarillo por decir uno de los tantos chismes bien conocidos por Willie, sabía que era momento de salir a su palco.

            En el momento que Willie se sentaba a admirar la vida de la calle, muchos de sus vecinos pájaros les gustaba bajar con él hasta su ventaba y le consultaban…

-Don Willie estamos artos que nos den migajas de pan en los jardines.-

A lo que Willie les respondía con una habilidad propia de un perro y claro del consejo del día que escuchaba en la radio, - San Agustín nos dice: Reza como si todo dependiera de Dios y trabaja como si todo dependiera de ti, da lo que tienes para que merezcas recibir lo que te falta.-

Los pájaros que lo visitaban siempre seguían sus palabras y lo consideraban como el maestro de la casa de las mil ventanas de los consejos de la armonía.

En fin, al posar la noche en la bella ciudad de Aguascalientes y los pájaros empezaban a dormitar lo siguiente que disfrutaba Willie era observar aquella parejita que caminaba tranquila por la calle cuando el ruido de la ciudad había cesado como una invitación al tiempo perfecto para el romance y la serenidad. También ver a la gente salir de sus trabajos algunos gustosos y otros no tantos de regresar a sus casas y convivir con sus familias, y escuchar las campanadas de la catedral invitando a los feligreses a las misas de cualquier índole.

Algo que le causaba mucha curiosidad era ver como pasaba el camión que limpiaba las calles y arrojaba más polvo del que tenía, dejando más sucio de lo que al principio estaba, él le llamaba la caja de arena de gato.
Y así Willie se deleitaba la pupila con su bella calle Victoria y su festival de algarabía citadina que tanto le divertía y lo hacía feliz.



martes, 10 de diciembre de 2013

Las Elecciones del Parque La Pona


       
 Recuerdo que aquella mañana en el parque la Pona, en donde en la plaza principal del mezquite más viejo, se encontraba el cierre de campaña del partido de los pinacates. Que las pasadas elecciones, habían perdido con una aplastante diferencia; pero que en estas nuevas elecciones venían renovados con sangre joven y entusiasta, con ideas innovadoras para el parque y con una fuerte convicción de la victoria.

Era tanto impacto en los movimientos de campaña, que se veía movilización en todos los sectores de la ciudad, mitin de campaña en el parque de bosques del prado, Debates televisados desde el jardín de la Alameda, acercamiento con la población en los corredores del paseo del rio, junto al Rio San Pedro en el fraccionamiento Del Valle, desayunos en el jardín del encino, etc.

Su labor de campaña no solo era local, ya que venían pinacates de otros estados y podrías verlos por toda la ciudad apoyando y hablando maravillas de sus candidatos.

Por su parte el partido opositor, el de las cucarachas, aunque tenía el control total dentro del gobierno de la ciudad había secciones de la misma como el parque la pona, el Jardín de Guadalupe, el jardín del Obraje, la plaza fundadores, por mencionar algunos, donde los mismos habitantes, no estaban tan conformes con el desempeño de la forma de gobernar de los líderes de las cucarachas y les atribuían problemas de invasión de otras plagas en parques y jardines como son chapulines, gatos y perros callejeros que traen problemas de alimentación y salud entre los vecinos de la ciudad.

El candidato del partido de las cucarachas para esta ocasión no era alguien muy conocido o diestro en el arte de la palabra, es más, cuentan las malas lenguas que fue una selección y dedazo del gobernador, que ni siquiera era de esta ciudad y que además era o una mariposa o una hormiga vestida de cucaracha.

Bueno a lo que íbamos…. Después del cierre de campaña donde había de todo desde grupos inconformes a aquellos que apostaban el todo por el todo; unos días después se dieron las elecciones, a la cual aunque no fue con una concurrencia muy marcada, si reflejo un interés a la cual pasaban chinches, piojos, gusanos y todo tipo de artrópodos de la región a votar y que querían ver  a su parque convertido en ese lugar de esperanza que tanto había anunciado el candidato.

Como era de esperarse las elecciones lo ganaron los pinacates y las cucarachas perdieron, aunque estas últimas tenían el mando en la gubernatura, le darían otros tres años para replantear sus objetivos. La sociedad se sentía esperanzada del nuevo cambio, esperando que su nuevo ganador diera coherencia entre sus palabras y sus acciones.  


En fin ya saben cómo son las campañas con dimes y diretes que hacen de este juego político entretenido como un juego de ajedrez y que despierta la esperanza en los nuevos ciudadanos que esperan que los más preparados puedan tomar las mejores decisiones para un mejor desarrollo social, urbano y económico en su entorno, del cual puedan sentirse felices, plenos y seguros, que es el verdadero sentido y significado en esencia de la política “un quehacer ordenado al bien común”.



martes, 3 de septiembre de 2013

La Orquesta del Vendedor de Dulces


El domingo 1 de Septiembre de aquel año, José se encontraba en la plaza principal de aquella hermosa ciudad, vendiendo dulces de leche que el mismo fabricaba para ganarse la vida. Recuerdo que José estaba muy emocionado porque como era quincena le iba a caer un muy buen billete y con ese dinero le ayudaría para comprar ese carro de venta de tacos que siempre había soñado.

Caminando cerca de la catedral con su pequeña canasta de dulces, José se da cuenta que por el teatro viejo, ese donde dicen que llegaron unos revolucionarios a hacer historia hace mucho, mucho tiempo; a platicar sobre el futuro del país y que ahora lo utilizan para funciones de cultura y arte. Ve que se junta mucha gente en la entrada del teatro, unos con traje, otros de vestir, y por la curiosidad que le despierta se va acercando intentando vender dulces, pero también para saber de qué se trata.

-Hoy se presenta la violinista Erika Dobosiewicz, originaría de Varsovía, graduada con mención honorifica del conservatorio de música Federico Chopin en Varsovia, posgraduada del Conservatorio Real de Música en Gante, Bélgica como solista-,alcanza escuchar José mientras trata de pasar y vender sus famosas Cocadas y Jamoncillos.

- ¡Claro!, hoy presentará el concierto para violín en Re mayor, Op.35 deTchaikovski, interpretara: primero un Allegro moderato, enseguida una Canzonetta: Andante, y por último un Allegro vivacissimo.- Comentaban unos músicos de la Camerata Ponce que se encontraban en el lugar, mientras José les vendía unos Ates de membrillo y unos Higos con su gotita de miel.

Más tarde que temprano a José le despierta la curiosidad preguntándose a sí mismo en silencio,-¿Qué es eso de Alegratos, vivancicos y canzones que hablan que yo no entiendo nada?, lo único que entendí fue que alguien iba a dar un concierto de violín.

Y corre con su canasta hacia la entrada lateral del Teatro, queriendo que le dejaran entrar a vender dulces y así también disfrutar el espectáculo, pero el guardia de seguridad que era algo así como un gorila de circo, le dijo que no se permitía la entrada a gente que no vistiera de traje o mínimo que no portara zapatos y no esos horribles huaraches que traía.

José como no era problemático decide retirarse de con el guardia de seguridad, pero no del lugar, ya que su curiosidad era más grande que su debilidad, por lo cual observa a su alrededor y ve un músico que lleva varios instrumentos cargados sobre de él a punto de caérseles, por lo cual José le ofrece ayudarle a transportarlos y auxilia a llevarlos hasta atrás de bambalinas del teatro de lo cual el músico acepta con agrado, matando dos pájaros de un tiro, el entrar al concierto y auxiliar al músico.

Dentro del recinto José Intenta abrirse paso hacia los diferentes niveles del teatro, intentando esconderse de los guardias de seguridad, y encuentra el lugar perfecto para no ser observado cerca del palco derecho del tercer nivel, un lugar donde estaba destinado solo para la iluminación del lugar.

El telón se abre, la iluminación se apaga en todo el lugar, y una luz ilumina el centro del escenario, dejando observar a una orquesta de 70 músicos y a la violinista de la que todo el mundo hablaba. En pocos segundos se empieza a escuchar los violines, violas y Chelos, una música celestial que José nunca había escuchado en su vida, transportándolo a una sensación de paz y tranquilidad que lo alejaba de cualquier otro lugar.

Cerrando los ojos, se encontró degustando musicalmente las emociones del ser humano, la tristeza y la alegría, el coraje y el perdón, la emoción y la esperanza, todo aquello en las notas musicales que alcanzaba a percibir y aunque no entendía de pizzicatos o trémolos, le producían una sensación inigualable.

Dentro de su trance apreciaba el silencio y el estruendo de los instrumentos, así como la sola presencia del violín o de toda la orquesta. Visualmente se imaginaba lugares hermosos que nunca había visto, con mucha luz, con bellos paisajes que lo hacían feliz.


El concierto duro alrededor de 1 hora, pero para él parecieron segundos; al terminar el recital, José corrió para saludar a la violinista que la consideraba su nueva musa musical, internándose entre empujones y mar de gente que intentaba hacer lo mismo. En el instante que se encontraba a 2 metros de ella, José le grita ¡ángel que lindo tocaste!, la violinista lo alcanza a ver y extiende su mano a lo cual José se queda boquiabierto y le corresponde el gesto de saludo tocando la suya, él sentía que tocaba a un ser de Dios, José le intenta decir que su música es lo más bonito que ha escuchado en su vida, la violinista le corresponde con una sonrisa y le contesta –maestro, fue un honor haber tocado para usted, espero volver a tocar en algún otro instante de la vida-.





viernes, 23 de agosto de 2013

Los perros de Don Jacinto

En el antiguo Barrio de Guadalupe, cerca de la cantina de los milagros y en contra esquina de la tienda de la güera,  se encuentra un lugar abierto como un corralón con pequeñas bodegas y amplio espacio para dejar los carros en la noche, algo así como una pensión. Antes las bodegas funcionaban como una pequeña central de abastos, pero como ahí era el viejo campo santo del templo, empezaron a ver apariciones que en otra oportunidad contaremos; El punto es que en esa pensión vivía y trabajaba Don Jacinto, un viejo señor de esos muy corriosos que parecen que nunca se van a morir, su atuendo, pantalón de mezclilla azul con más tierra que qué cosa, camisa manga corta desgastada color azul, huaraches de suela de llanta y con un  sombrero de paja para adornar.

Su semblante apacible, casi casi inamovible, dejaba ver una persona tranquila y feliz, el cual caminaba con una paciencia que parecía que era el dueño del tiempo.

                Realmente Don Jacinto a ciencia cierta nunca se le conoció una familia, es más creo que siempre fue viejo y solitario, el único pasatiempo que se le conoce son coleccionar y atender perros callejeros. Perros de todos los colores, tamaños y edades; a todos los quería por igual, consideraba a los perros como su familia, amigos y consejeros de vida.

                Entre los perros se encontraba “Romeo” un perro feo, pulgoso y flaco, pero don Jacinto le había puesto así porque despertaba pasiones entre las perritas de la cuadra, las famosísimas “yuri” y “la paloma”, que siempre que veían a Romeo caminar, lanzaban tales aullidos que parecían lobos en luna llena.
                Otro de los perros que acompañaba a don Jacinto era el famosísimo “Balin”; un perro tan negro que parecía una mancha de chapopote. La gran diversión del “Balin” era correr por todos lados,  eran tan rápido que retaba a los camiones urbanos a una carrera de cuadra y media completa, resultando normalmente ganador y auto premiándose con lanzarse a la fuente del Ángel a la entrada del panteón.

                De los perros más queridos en la cuadra era el “chacho”, que era el típico perro colpachero que parecía más una estopa vieja sucia a un perro de raza fina como decían que era. Normalmente dormía todo el día y por ahí de las 6 de la tarde se despertaba para dar una vuelta y saludar a las señoritas que platicaban con sus novios afuera de sus casas. Muchas veces las muchachas lo utilizaban de paño de lágrimas cuando un noviazgo no funcionaba y decían que tenía la particularidad de calmar a las personas que le hablaban.

                El “Catrin” que era un perro negro con una mancha blanca en el pecho y el “Padrino” el cual era un perro blanco con una mancha negra, eran los dos perros gemelos que siempre estaban en competencia y que todo el día se la pasaban peleándose por cualquier cosa y a cualquier hora. Una de las competencias más emblemáticas entre estos dos caninos y que hasta el día de hoy se recuerdan, es la competencia de atrapar palomas en el jardín de Guadalupe (solo las atrapaban nunca les hicieron daño), pero aquella tarde de otoño el “Catrín” rompía la marca de 32 Palomas sin interrupción.

                No nos podemos olvidar de “El Pachucho”, el único perro que tenía su propio asiento para dormir, del cual  adquirió de un carro viejo y abandonado de la pensión. Era tan parrandero que en la cantina de los milagros le tenían un plato donde le servían cerveza clara y cuando escuchaba el mariachi le encantaba cantar.

                Y por último el “Sherif” un perro que le gustaba mantener el orden y le indicaba a Don Jacinto a qué hora debía cerrar y abrir la pensión, así como si alguien le llamaba o había algún peligro, era el típico perro mandón que nadie soportaba pero sabían que era necesario en la camada para arreglar cualquier diferencia entre los perros.


                La vida de Don Jacinto no podría ser más rica sin sus adorados perros y los perros no podrían sentirse más afortunados sin su amo ya que como dice F. Salvochea “El amor por los animales, eleva el nivel cultural del pueblo” y el amor de un perro es el único en la tierra en la que el perro te amará más de lo que tú te amas a ti mismo.